jueves, 15 de septiembre de 2022

Relatos ganadores del Concurso de Relatos cortos "Un volcán con una colada muy especial"

 Queridas familias: 

Ya estamos de vuelta!!

Hemos pensado que no hay mejor manera de comenzar este nuevo curso, que publicando los relatos ganadores del concurso del curso pasado: "Un volcán con una colada muy especial"

Qué suerte tenemos... ¡No falta el talento ni la creatividad en el cole de la PAZ!.




UN VOLCÁN CON UNA COLADA MUY ESPECIAL      

Nombre: BERTA   Romero curso: 4º B

(Dedico este libro a todas las personas de la Palma que lo han perdido todo, en especial a los niños. ¡Siempre sale el sol!)

               Había una vez en una isla de la Palma un volcán llamado “Volcano el terrible”, hacía honor a su nombre. Era gigantesco y parecía un volcán terrorífico. Era tan grande y terrible que en la calle todos tenían miedo de él. La gente trataba de esconderse cuando lo escuchaban rugir incluso el frutero al que nunca le asustaba nada.

 Todas las mañanas el volcán hacía ruidos, y todas las mañanas el frutero hacía como si no lo hubiera oído. Pero todos los habitantes de la isla decían:

-        ¡Qué miedo! ¡El día que estalle…!

Y es que no quería ni pensarlo.

Un día una niña llamada Marga salió a pasear y no podía describir lo que vio. Cuando llegó a casa, le dijo a sus padres:

-        ¡Acabo de ver a Volcano con lágrimas rojas!

Su padre le dijo:

-        ¡Eso no son lagrimas rojas eso se llama lava y es muy peligrosa para todos!

Pero claro, los padres tenían demasiado miedo para ir, y cogieron y empezaron a llamar a todos los vecinos, familiares…

-        ¡Venga poneos en marcha!

-        ¡Ya nos podemos olvidar de todo! Dijo Pedro el tío de Marga que estaba en casa.

A no ser que cojamos y ayudemos a desalojar la isla lo antes posible. – Propuso Pedro.

De ponto, empezó a erupcionar y se hacía de noche, se veía una lava especial. Roja, brillante y su olor era muy malo.

-        ¿Has visto las noticias? Preguntó Marga a la madre.

-        Debemos irnos de la isla cuanto antes, así fue.

Salieron de casa y ya todos los vecinos la habían visto. Media hora más tarde ya estaban colina abajo y desalojaron la isla.

Marga estaba muy triste pasaban los días, los meses y justo cuando llegó el año el volcán dejó de llorar.

Entonces empezó un nuevo año lleno de mucho trabajo pero con ganas de ver la Isla como siempre. Gracias al trabajo de muchas personas buenas, la isla empezó de nuevo a florecer, los pájaros a cantar, las casas se pintaron de blanco y los techos de verde esperanza, porque la esperanza es lo último que se pierde.

Volcano dejó de llorar y las personas de la Isla hicieron la colada y la tendieron al sol que cada día salía en esa preciosa isla llamada La Palma, sin que se llenara de cenizas del volcán

 

Nombre: Sarai Morón Blanco     curso: 3º A

Erase una vez una isla llamada “La Palma”.

Allí en la isla de la Palma salieron unas florecillas de colores alrededor del volcán. Las florecillas se llamaban Margarita, Rosa y Amapola. Un día muy temprano estaban Margarita, Rosa y Amapola muy tristes porque el cielo estaba muy oscuro y Rosa preguntó: Rosa- ¿Por qué está el cielo oscuro? Y una voz dijo: volcán- Es porque llevo mucho tiempo solo y sin soltar una colada.

Amapola - ¿Cómo podemos ayudarte?

Volcán - Necesito que digáis cosas bonitas de mi por favor.

Margarita dice - empiezo yo, eres tan grande y elegante como un elefante.

Rosa contesta -tu alegría me llena el día.

Y Amapola responde: Quiero que salga una colada muy especial y dorada.

Volcán: ya no puedo aguantar más de tantas cosas maravillosas y me hacen sentir mucha emoción.

-        De pronto empezó a salir una colada muy especial llena de amor, amistad, humanidad, alegría, paz, armonía, gratitud y felicidad.

 

Nombre: Juan Isaías Mendoza Romero 3º B

Érase una vez por el Siglo XXI, el mundo entero estaba conmocionado, pues había grandes conflictos; una terrible pandemia, mucha hambre y guerras por diferentes países, y el calentamiento global. Los seres humanos no eran felices, les agobiaba su entorno gris y deseaban un mundo diferente para sus futuras generaciones.

Un día como cualquier otro en la Isla de la Palma ocurrió algo que cambiaría el rumbo de la humanidad.

- ¿Pero, qué podría ser?

Sus habitantes dicen que se trata de una isla mágica que encanta a sus habitantes por sus bellos paisajes.

Esta vez la isla retumbó y el cielo azul se pone de muchos colores, porque del centro de la tierra inició a salir una colada volcánica que traía la solución a los conflictos que pasaban los habitantes de nuestro planeta tierra.

 El Cumbre Vieja estaba emanando una colada muy especial y mágica.

-¿De qué se trataba?

Pues del centro de la tierra salía lo que el mundo tanto necesitaba.

La colada tenía 4 cráteres ubicados en diferentes zonas del volcán.

Aquel Cumbre Vieja daría una oportunidad nueva de solucionar los problemas actuales.

El cráter número 1 emanaba una poción mágica llamada “Paz”, y se juntaron los gobernantes de los países en conflictos a coger raciones no muy pocas para acabar con los conflictos y guerras.

El cráter número 2, tenía abundancia de alimentos para los países con hambre; y la humanidad comió de aquel alimento hasta saciarles y no hubo más hambre.

El cráter numero 3 era tan real y fluido su colada medicinal que, junto a los mejores científicos del mundo, vieron que en ella había la cura de la pandemia del covid-19 y de otras enfermedades y aún siguen averiguando los muchos beneficios que esta colada tenía, pues la salud es lo más preciado para la humanidad y con esta colada las personas enfermas tenían esperanza de recibir su salud.

El cráter 4, estaba fluyendo del centro de la tierra una fuente de energía, que no contamina el medio ambiente y con esto terminaría el avance de los efectos del calentamiento de la tierra.

¡Qué alegría!

La misma Tierra estaba proporcionando la más grande emanación de solución, para resolver los grandes conflictos de la humanidad, era aquella isla mágica con su volcán Cumbre Vieja que llenaron el mundo de felicidad.


Nombre: Laura Calderón de la Barca Andújar 4º A

 

Érase una vez un grupo de amigos que vivían en un pueblo muy pequeño, lejos de la ciudad y rodeado de muchas montañas y cuando llegaba el verano solían quedar para hacer una excursión entre las montañas más altas del monte para celebrar el final del curso.

Cada uno tenían diferentes cualidades, pero la unión de todas ellas hacia un grupo muy unido.

Pedro era el mayor del grupo y siempre llevaba la voz cantante, podría ser como el jefecillo, pero a la vez era muy miedoso. Era el más alto y fuerte de todos.

Marta era muy precavida. No le gustaba hacer cosas peligrosas. Veía el peligro antes que nadie y aconsejaba siempre por el bien de todos.

Pablo era aventurero, no veía nunca el peligro y por eso discutía a veces con Marta, aunque era su mejor amiga.

Lucas le encantaba el agua. Cada vez que veía un rio se tiraba al agua y no había quien le sacara de ahí.

Y por último estaba Marcos, el más travieso de todos. No se le ocurría nada bueno, pero era muy divertido. Todos se reían mucho con él y no podía faltar en esta excursión.

Llegó el gran día, todos iban con una mochila, latas de comida para el fin de semana, y como no, Pedro, el más fuerte cargaba con una inmensa tienda de campaña y su mochila, Lucas además llevaba un mapa de aspecto muy antiguo, parecía un pergamino.

¿Qué es eso? dijo Marta. Es un mapa que pertenecía a mi bisabuelo, contestó Lucas, nadie conoce este mapa. Lo encontré en el desván de mi casa. Vamos justo a este punto, al monte "Guacala" y vamos a llegar hasta esta montaña que pone en el mapa, "Volcán Especial". No sé por qué. Lo averiguaremos zanjó Lucas.

Marta dijo que era muy arriesgado, estaba lejos, había que cruzar por un rio muy peligroso lleno de cocodrilos y por una zona de bosque muy densa.

Todos querían ir para ver ese volcán y por qué le llamaban "especial". Así que comenzaron la aventura.

Después de varias horas caminando y ya dentro del bosque, Pedro dio un grito, ¡ahhhh! ¿Qué ocurre? Dijeron todos a la vez. ¡Una araña gigante!, exclamó.

Me ha picado en el dedo. Se le puso el dedo como una pelota. Al poco, Marcos se subió a una piedra para ver a lo lejos y ¡plasss!, se cayó y se dobló el tobillo. ¡Ay! Que dolor, no puedo seguir. Pablo le cogió a caballito y continuaron hacia el volcán.

Cuando llegaron al rio que tenían que atravesar lleno de cocodrilos Marta se sentó en el suelo y dijo, ir vosotros, yo me quedo aquí esperando, y en ese momento una serpiente le mordió en el trasero. No era muy venenosa, pero le dejó muy dolorida, no podía casi ni andar.

Vamos a acampar aquí que se está haciendo de noche, dijo Lucas, mañana continuamos como podamos que ya queda poco según el mapa.

Lucas se despertó por la noche con mucha sed y como se había terminado toda su agua se acercó al rio a llenar una botella para bebérsela.

Al día siguiente, Lucas se levantó con un dolor terrible de barriga y con mucha diarrea. Estaban todos lisiados, solo estaba bien Pablo, el aventurero.

Tenemos que seguir y llegar a ese volcán especial, no podemos volver, estamos muy cerca. Aprovecharon unas piedras que sobresalían del agua para ir saltando de una en una hasta llegar a la otra orilla. Pero como todos estaban lesionados fueron cayendo al agua. Pablo se tiró al agua y los pudo llevar a la orilla a todos.

Cuando llegaron a la otra orilla ya se podía ver el volcán. Era inmenso, y tenía un rio de lava de color amarillo brillante, como el oro. Y además no desprendía calor, así que nos acercamos hasta llegar a tocarlo. El primero que lo tocó fue Pedro con el dedo de la picadura y cuando sacó el dedo lo tenía curado. ¡Venid todos! ¡corred hacia la lava! Es mágica. Todos se sumergieron en ella y salieron curados y más fuerte que nunca. ¡Por eso le llaman volcán especial!, exclamaron todos, ¡es mágico!

Llenaron las botellas de esa lava y regresaron al pueblo. Sin decirles nada a nadie de lo sucedido se dedicaron a curar a todas las personas del pueblo que tenían algún dolor y así se hicieron famosos en el pueblo como grandes curadores.

Cada verano volvían al volcán especial a llenar sus botellas y correr grandes aventuras, eso sí, con más cuidado.