Son muchas las vías a partir de las cuales las bibliotecas atienden y cuidan a los ciudadanos. La promoción de la lectura es la primera de ellas: las bibliotecas son espacios para la lectura. Una lectura que acompaña, que entretiene y que enriquece. Una lectura que cura: la lectura tiene un impacto directo tanto en el desarrollo y mantenimiento de las capacidades cognitivas como en el bienestar y la salud mental.
Las bibliotecas son un apoyo en el cuidado de todas las personas, por eso han hecho suya la idea de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás. Para cuidar a las personas, desde las bibliotecas se programan actividades especiales de apoyo a la comunidad, creación colectiva, acción cultural, servicios a colectivos especiales, atención a la diversidad o acogida a refugiados, entre muchas otras.
Las bibliotecas también ejercen su labora de cuidados en espacios como hospitales o centros penitenciarios. Las actividades de biblioterapia llevadas a cabo por bibliotecas están ayudando a mejorar la salud de las personas que participan en ellas. En el medio rural, los bibliobuses acercan la cultura a sus habitantes y las bibliotecas son un núcleo a partir del cual las comunidades rurales se fortalecen y crean arraigo, cuidando por tanto esas poblaciones.
Si tomamos como referencia esta idea: que todas las personas dependemos de otras, ya tenemos delante de nosotros una necesidad que cubrir, un servicio que hay que dar.
¿Y qué podemos ofrecer, qué podemos dar a esas personas dependientes desde los centros educativos?
Si fuéramos del ámbito de la tecnología y la ciencia, las posibilidades parecen abrirse a la programación, a la robótica o incluso a la Inteligencia Artificial, por ejemplo. Pero desde el ámbito sociolingüístico, podemos ofrecer el mayor y casi el único tesoro que nos cobija desde hace milenios: la lectura. La lectura como acompañamiento, como terapia, como recurso para paliar esas dependencias físicas (leer a personas ciegas, a personas mayores, a personas hospitalizadas), pero también emocionales (leer a presos, a víctimas de la violencia de género, a niños y niñas que sufren bullying o que se enmarcan dentro de algunos de los Trastornos del espectro autista, entre otros perfiles).
Genial todo: compromiso, solidaridad, generosidad y literatura al servicio de las personas. Enhorabuena y seguro que será memorable para las personas que reciban esas palabras
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